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29 jun 2008

(Relato) El sueño que antes nunca tuvo

Érase una vez que se era, lo que nunca debió ser, y como se daba, por inevitable, hasta en el futuro se diera.

Bueno, pues esta historia, con mil temores se presentaba llamando a la puerta, y tantos temblores generaba a los que en ella esperaban.

Maravillosas libélulas se veían tras las rendijas de la resquebrajada madera, hermosísimas mariposas desconocidas, con su afanoso aleteo, se mantenían suspendidas mientras libaban el néctar de la flor a la que el viento les transportara, las cigarras cantaban, mejor dicho, enérgicamente frotaban sus venosas alas bajo un sol que brillaba tanto que hasta el último detalle destellaba. Percibía a las aves que en continuo cántico llenaban el tiempo con sus notas. De cuando en cuando, algún animal se paraba a olfatear las flores mientras se alimentaba rumiando el contenido de su estómago.

Pero los habitantes de la puerta, tenían la creencia de que tras tanta hermosura, algún mal les acechaba pues unos de otros se alimentaban y del recuerdo, tras la digestión, desaparecerían.

Un día, un ser, que así se llamaba, sintió la tentación irresistible de integrarse en aquel escenario de belleza y armonía, con la mirada llena de deseo, se lanzó al exterior sin percatarse de mas sensaciones que la de su propio movimiento.

Sobre un suelo mojado, lleno de barro, en medio de una tormenta que iluminaba el cielo con impetuosas ráfagas de descarga eléctrica, acompañadas por el inmediato sonido de un enfurecido ser doliente, que a mares llorara sin poder calmar su llanto, pues empapaba con una cortina que hacía imposible vislumbrar más allá que un par de miradas, ya que los ojos tendían a humillarse contagiados por tanta tristeza, y entre sonido y sonido, temblar, por un húmedo frío que se colaba en lo más profundo del ser, hasta el punto de confundir su temblor por miedo.

Paralizado se quedaba, en continuo esfuerzo por mantener la postura, durante largo rato, hasta que coincidiendo con el más fiero y deslumbrante de los relámpagos, vio a una cigarra agarrada firmemente a un tronco que de cuando en cuando sacudía sus empapadas alas, en el envés de una hoja, una mariposa aprovechaba el momento para depositar sus estirpe, y un animal que rápido pasó a refugiarse bajo un frondoso árbol y acurrucándose depositó su cabeza sobre el suelo para descansar.

Una mirada hacia la puerta dirigió el ser, echando de menos la seguridad del hogar, pero no podía moverse pues quedaba paralizado ante la sola idea de volver. Recordó aquel espacio en el que habitaba, aquella rendija por la que miraba, aquella seguridad ante las inclemencias del tiempo, aquel continuo bien estar, pero no podía volver porque su voluntad no le obedecía. Algo le empujaba a continuar, esperando a que sucediera cualquier inesperada circunstancia que originara su movimiento.

La tormenta, ya lejana, dejaba escuchar su rugido con gran diferencia temporal entre la luz y el sonido, ya a penas lloraba y algún cántico empezó a escuchar, los pájaros sacudían sus cuerpos desprendiéndose de las gotas que sus plumas retuvieran y con el pico repasar el plumaje peinando cada raíz de cada pluma sacudiendo la cabeza para expulsar esa humedad retenida.

Por fin pudo desplazarse hacia la hoja donde la mariposa depositó su esperanza, y no la vio, miró al suelo y agonizante observó los estertores de la muerte que la le hacían sufrir, y un rayo de sol que entre el follaje se colaba, en ella terminaba, hizo que centellearan las minúsculas gotas que le hicieron pesar más y caer, pero como si de potentes lupas se tratara aumentaban su poder calorífico produciéndole quemaduras y no se levantó.

La cigarra volvió a sonar, los animales correteaban, los insectos se desplazaban y los cánticos y vuelos de los pájaros, todo lo llenaban.

Siguió caminado como mero observador, y cuando se vino a dar cuenta, la puerta ya no estaba, por todos lados miraba y no la encontraba, la angustia se apoderó de él y con esa agitación comenzó a correr en busca de una rendija en la que colarse, a lo lejos, antes de que oscureciera, vio un árbol que reunía condiciones y a toda prisa se acercó, cuando ya lo tocó, no había sol, ni veía insectos, ni sonidos de pájaros ni vuelos que todo lo llenara, localizó una rendija y antes de meterse observó a su alrededor y donde había sol se situaba la luna, otros insectos entre la vegetación aparecieron, y en vez de aves, murciélagos que con un chirrido penetrante dirigían su vuelo.

Decidió quedarse a contemplar y el sueño le sedujo.

Una fragancia a flor recién abierta le despertó, y al mirar al cielo el sol y los pájaros le recordaron al ser, el sueño que antes nunca tuvo.

28/6/2008

A Mª Ángeles

"Noto como fluye el entendimiento,
que las palabras brotan incontenibles,
que la armonía encuentra sitio,
que las acciones nos afirman,
que estás bien ...
en nosotros.

Quiero que vueles sin límites
allá donde te apetezca
porque esa sea tu tendencia
en la seguridad de saber
que en mi encontrarás paz.

Nada bueno te perjudicará
ni yo encontraré duda alguna
cuando al contemplarte
vea que en plenitud tu vida
se desarrolla hacia tu bien.

No puedo de otra forma amarte,
si esto así no lo entendiera
no sería yo sino el diablo
quien con el infierno te penara
en el resto de vida que te queda."

26 jun 2008

A Mª Ángeles
"Los miedos se apoderan de uno
haciendo creer que la vida
es solo cuestión de eso: miedo.
No veas sólo los problemas
no veas solo ilusiones
no veas solo tus soledades,
ve lo que puedes hacer
porque de limitaciones
estamos llenos
y solo las ilusiones los alejan.
Comprende que no es lo que recibes
comprende que no es lo que das
comprende qué es lo que se consigue
comprende a ese amor que se te da
normalmente lejos de tu sentir
pero no deja de serlo menos.
Si es lo que quieres, se feliz,
pero no impongas tus límites
sino descubre en la realidad
lo que encaja en tí
sin rechazar lo que no comprendes
que alguna vez lo entenderás.
Recibe mi cariño,
ese que siempre te di
en el abrazo del día a día
cuando me contestaste: Si."

21 jun 2008

“Estamos hechos de costumbres

que mas o menos comprendidas

repetimos en muchos momentos.


No es por la enseñanza propia

ni lo que hemos aprendido

sino la imperceptible tendencia.


Creo saber por qué lo hago

sin saber cómo lo aprendí

y averiguar quiero

qué de nuevo me aporto.


Será que no es fácil,

será un imposible

avanzar en un camino

que uno cree inhóspito

pero al ser así nombrado

¿qué es lo mío?


Es la huella,

el rastro, la esencia,

lo único que aporto

al mismo camino de todos

en la misma vida de cualquiera.”

“Mientras me detengo a descansar

de los habituales quehaceres

me siento a descansar

y me viene al pensamiento

ese humo que contemplo

del cigarro que me enciendo,

observo como asciende

y de cuando en cuando una ráfaga

de caprichosa corriente

le obliga a adoptar las necesarias formas

que le impidan obedecer

a su tendencia hacia el techo,

llega arriba, según se originara,

disperso o continuo,

y buscando el límite de las paredes

se expande tontamente.


La ventana, mas abajo

se ríe de su docilidad

creyéndose dueña de su destino

pero no se da cuenta

que el viento que por ella entra

lo conducirá a la puerta

y una vez allí

el cielo

será su meta.”

19 jun 2008

“¿Por qué será que para avanzar

siempre aparece el dolor,

no será que estamos muertos

y es la forma de medirnos

con lo que de superior nos llame

y sólo en esta aceptación

encontremos descanso?


Quizá todo vaya al revés

y seamos como el espíritu fantasmal

que no puede dejar este mundo

por no haber superado algo

que le impida ir a su final.


El mundo que concebimos

habrá que mirarlo con otros ojos

y en vez de llamarnos vivos

habrá que reconocer este tránsito

que supone la vida.”

17 jun 2008

“Me has hecho comprender

algo que ya sabía

pero no lograba colocar

las palabras en su justo orden,

es éste quien soy

al que le motiva el bien

y repercutirlo en el prójimo

en la libertad

sin mayor compromiso

que la casual oportunidad.

Así obro cuando puedo

en beneficio de quien se me ofrezca,

y si algo de mi quiera

me tenga.

Esta son mis palabras

sin pedir nada a cambio

y sin aportar nada

que a la relación perjudiquen

las acciones que realizo.”

12 jun 2008

"Nada tiene que ver el destino
con lo que uno siente,
ni con lo que uno hace,
sino con lo que uno es
y quizá no lo muestre.

Las circunstancias no son propicias
y cuando lo son, entonces efímeras
desaparecen dejando un recuerdo
de lo hecho y conseguido.

Quizá aparezca la tristeza
cuando ésto se aleje en el tiempo
y ya con el ánimo sosegado
por el devenir inevitable
uno comprenda
que eso era el destino."

9 jun 2008

“He de estar preparado

para una realidad distinta

en la que el sueño es pesadilla

y la verdad no ilusione,

si es que soñaba despierto.

Quizá, si algo me han enseñado

mis todavía jóvenes años,

es que la esperanza

con la que uno crece

de poco sirve ante lo inestable

del presente ritmo histórico.

No es que los sueños no se cumplan

es que el deseo anclado en el pasado

todo lo envuelve en ansia angustiosa

para descubrir que la inmediatez

normalmente no se da.

Arduo trabajo cualquier cosa

se convierte en meta distante

y el cansancio por conseguirlo

mina las fuerzas impulsoras

nacidas de la ilusión

que parecen abocadas al fracaso,

pero si quiero … se dará.”

“Qué maravillosos son los comienzos

con cuantas palabras se adornan,

las acciones avalan la ilusión

por ser esperanza en algo mejor

tan necesario como respirar.

Pasa el tiempo y es rutina

los intereses buscan fuera de allí

olvidando aquellas bellas frases

que alguna vez justificaran el inicio

y no encuentran ya …

sentido ni momento.

¡Qué pena cuando algo se va!

nunca solo, siempre empujado,

usando dialéctica razonada

cuyo significado es que las vidas

de quienes lo formaron

ya no la respiran y se conforman

con el normal ahogo del no poder.

Qué bella palabra resulta

cuando se consigue lo querido

pero al infierno la echen

cuando Belcebú revele

los verdaderos intereses.

Sabemos que andamos solos

y es difícil la afinidad

no quisiera que esto quedara

en un bello recuerdo y una amistad

porque se lleva muy dentro.”

1 jun 2008

"¿Me atenazará el miedo

por mostrarme al mundo

sin más armas que yo mismo?

¿Será humillación el pago

que ante tal desnudo

habrá que pagar?

Solo se que los prejuicios

me producen temor y humillación

por que frenan y transforman

el inevitable camino

que entre líneas

leo en mi poesía."

podcast

Os presento los audios en los que he dividido un ensayo que espero os cale. Aunque está ordenado desde el último al primero, aconsejo empezar por el principio.