"Nada tiene que ver el destino
con lo que uno siente,
ni con lo que uno hace,
sino con lo que uno es
y quizá no lo muestre.
Las circunstancias no son propicias
y cuando lo son, entonces efímeras
desaparecen dejando un recuerdo
de lo hecho y conseguido.
Quizá aparezca la tristeza
cuando ésto se aleje en el tiempo
y ya con el ánimo sosegado
por el devenir inevitable
uno comprenda
que eso era el destino."
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