“Dicen que los poetas somos
tristes, taciturnos, añorantes,
también, emocionalmente inestables,
lunáticos, obsesivos y pesimistas,
románticos, idealistas o anárquicos
quizá no todos, pero si muchos.
Dicen que somos un lamento
porque plañimos ante la realidad
verso a verso, sin actuar, tímidamente,
y que ahí reside nuestro arte,
en hacer bella la tristeza.
Pero yo digo, que soy poeta,
que somos sentimiento puro
y como nos brota lo mostramos
desnudándonos en cada instante
con la intensidad propia
del apasionamiento por la vida,
y eso que torpemente transmito
es una alabanza a la creación
que al percibirla con tanta intensidad
el poema se vuelve grito
y al mostrarlo, con mayor o menor acierto,
ese germen del que sólo soy vehículo
hay quien al leerlo lo reconoce,
no como llanto ni grito,
sino como la realidad que hiere a la verdad,
porque
éste es el arte.”