“Si mis ideas se ordenaran
y las palabras acudieran
a éste náufrago que siempre fue
mi corazón….
quizá escribir pudiera
y el silencio no me atenazara
ni mis labios se avergüencen
de balbucear incontables palabras
que ni terminan de pronunciar…
Será que la vida llama
y uno deja de divagar
y el deseo íntimo desaparece
y la imaginación se pone en manos
de este o aquel problema
que no permiten avanzar
más que en el esclavizado ahora
y
no transcurre más espacio
que el infinito
aquí.
¡ Si mis palabras
avanzar pudieran
un sólo segundo… !”
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