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26 mar 2020

26/03/2020

“Quizá porque fuimos felices
o porque creemos haber controlado
o las circunstancias no nos golpearon
vivíamos en ambiente de bienestar,
pero era todo ilusoria arrogancia.

Arrogancia de creer
arrogancia de imponer
arrogancia de pedir
porque arrogantemente se ha de vivir.

Pero no, nunca tuviste el control
ya que sólo eras un peón
al que le colocaron en un escenario
y en él se creó su mundo.

Ilusamente manehabas posibilidades
que junto con las felicidades vividas
más un cuerpo que responde
y una aparente autonomía,
todo tiraba para adelante.

Pero no,
esa pastilla que te tomabas
o ese dinero que adquirías
o esas alegrías circunstanciales
sólo eran el preludio de inestabilidad
venideramente inevitable.

Y en este equilibrio se da tu vida
y en tu vida vas y vienes entre ellos
como si de un oleaje se tratara,
pues las mareas que te mueven
no dependen de ti
sino de las fuerzas que las generen.

Tú serás la solitaria ola visible
o la espuma en en la orilla
o uno más en la corriente
pero tu fin será evaporarte.

Y tus elementos disgregados
conseguirán casuísticamente
en otro sitio caer
pero con la corporalidad
de otro arrogante ser”.

23/03/2020

“En realidad…
vivimos demasiado
y demasiado desconectados
pues el contexto en que caemos
no contaba conque todos a la vez
aumentáramos nuestra persistencia vital
y tras la longevidad artificialmente adquirida
le exigiéramos a la vida tanta normalidad,
así que no le damos tiempo a asimilar
tantos residuos dejados como consecuencias
de las acciones llamadas sociales
con cuya presencia demostramos
la ineludible ambición innata por vivir
incluso a costa de la propia vida.

Es cierto que no lo elegimos
y que mientras haya un hálito de vida
a ella nos aferramos con tanta fuerza
que incluso ahogaremos lo aferrado
con tal de volver a coger esa bocanada de aire
a instancia de la asfixia,
instrumento de la necesidad vital
que saca las últimas fuerzas
de las últimas energías que queden
para aferrarse a la última oportunidad de vivir.

Esto nos debería hacer reflexionar
de que si estamos aquí es para vivir
y en ello sentir que estamos vivos
sin importar ni el pasado ni el futuro
ya que tan sólo somos creaciones animales
que deberíamos compartir el afán natural
de cooperar en el mismo fin común
pudiendo echarnos a dormir cuando queramos,
o tener siempre un refugio para estar asalvo
y poder alimentarse libremente,
aunque en esta sociedad contextual
ello haya quedado sustituido
por símbolos de cooperativa obediencia
donde millones sustentamos,
a muy pocos cientos.

Así que veo que en realidad,
somos como esas mascotas alteradas
cuya apariencia es la de animal
pero vive en un entorno tan artificial
que su confusión le hace comprender
la inevitabilidad de tener que ser
como si el animal que parece fuera
y comportándose como aprenda
del contexto se valga
siempre a expensas de no ser libre
ni querer serlo tan siquiera
conformándose con obtener alegrías
tras sus habilidades adquiridas
o castigos por sus maldades manifiestas.

En realidad,
somos como las bacterias
cuya arrogancia es impulso vital
reproduciéndose inconteniblemente
y esparciendo sus residuos por doquier
hasta que tras colonizar su mundo
ni tan siquiera canibalizándose
puedan hacer otra cosa
que dejar un rastro de muerte.

Aún así volverá la naturaleza
a hacer su magia en ese ambiente
y traerá a otros seres cualesquiera,
que se llamarán; vida.”

22/03/2020-1

¡¡ Qué injusto soy !!
y así me siento,
al no recordar a mi padre
más que con imprecisas actitudes
que no quiero reflejar
porque quizá
nunca quiso o supo ser
aquello en lo que se convirtió
pero que en cada cual
incidió de manera y forma
con la que a pesar del paso del tiempo,
tanto desde que falleció como de mi edad,
aún queda esa actitud que me domina,
como es natural.

Nunca podré obviar que soy
ese conjunto de genes, algunos suyos,
que junto con las experiencias vividas
forjaron en gran medida mi ser
en aquel contexto inimaginable
con el cual la vida se abrió camino
dentro de la familia en la que me desarrollé.

Nunca culparé a quien por convicción
se vio superado por las circunstancias
aunque quizá debiera hacerlo para exculparme
de lo que nunca recibí y añoraba
aunque olvido selectivo que quizá
sea yo el injusto por no valorar mi situación
a la que por otra parte, yo vine a caer.

En fin, nunca fue mala persona ni vanidoso,
jovial y sociable con quien lo fuera,
gran trabajador, responsable y admirado humanamente
atrajo gran cantidad de envidias por su buen caminar,
y,
tanto tanto lo deseaba...

Pero me faltaron caricias y te quieros
juegos, complicidades y sonrisas,
sobrando obligaciones y seriedades
oraciones, confesiones y misas
porque nunca quise haber nacido
para no ser yo
ni para tener que buscarme
todo el resto de mi vida.

Gracias, terapia poesía,
una vez dado a conocer
culminaré mi penitencia
de dar a entender
lo que nadie debiera hacer,
tanto la carencia de mi padre
como esta burla a la poesía.”

22/03/2020

“Se fue sin dejarme nada
sólo entonces la comprendí
mas cuando intenté atraerla
ciertamente la notaba dentro de mi
pero ya no balbuceaba palabras
ni existía hilo que lo cosiera
tan sólo era el impulso habitual
con el que iniciaba cada invitación
y tras el que brotaba la idea
con las siempre inaceptables vocablos
con los que culminaba mi ocurrencia.

Fue irte tú, madre
y mi ser bloquear el ímpetu
con el que revelaba mi estado de inconsciencia
aquel que tildaba de poesía
pero era más una terapia
que nada que perdurara en el tiempo
ni a nadie más que a mi sirviera,
porque nada significaba
más que sacar a la luz
aquello que me suscitabas
por lo hecho y lo echado
ya que tampoco tuviste la vida fácil
cuando iniciaste la vida con tu marido
y mi padre.

Pero ahora me desahogo,
no sé por qué,
vuelven a surgir las palabras que,
inconteniblemente, quieren verse escritas
en ese lienzo blanco en el que se quedarán
cuando al terminarlas me abofeteen
por lo imprecisas e irreverentes que son
ya que a nadie importarán,
ni casi a mi tampoco,
porque su mundo es el exiguo condenado
a desaparecer en el seco pozo del olvido
desde donde nunca mana agua
por mucho que se le alimente con manantiales
procedentes de los llantos injustos
de quienes ni quieren ser reconocidos
ni pretender ser nada más que nadie
ni menos que el dolor o la alegría que suscite
a quien tras leer estas palabras
le impresione.

Por eso,
ya noto que terminan de salir,
es como si ya no quisieran estar escritas
pues les cuesta dirigir mi coordinación
entre la mente y los dedos,
y así he de dejarlo
porque ya he cumplido la función
que para ella soy.

Gracias,
una vez más,

poesía.”

podcast

Os presento los audios en los que he dividido un ensayo que espero os cale. Aunque está ordenado desde el último al primero, aconsejo empezar por el principio.